…FACILITA EL ENCUENTRO CON UNO MISMO
Estar en contacto con la tierra, los árboles, el aire limpio, los pájaros y demás seres en libertad nos ayuda a calmar nuestra mente.
Si nos permitimos caminar en silencio, sintiendo el movimiento del cuerpo ante cada pisada, respirando armónicamente, enfocando la atención en ese instante y abriéndonos a las percepciones; entraremos en un espacio que nos permitirá encontrarnos con nosotros mismos y desde ahí disfrutaremos de nuestros sentidos; los aromas que el bosque nos regala, la luz siempre cambiante, los sonidos que la vida genera y la brisa del aire en nuestra piel.
Si nuestra caminata discurre por un espacio con agua, el movimiento y el sonido de éste preciado elemento nos ayudará a soltar cansancio tanto a nivel físico como mental y emocional.
Realizar una inmersión consciente en los parajes naturales es una experiencia renovadora a todos los niveles, físicamente realizamos un ejercicio completo y muy saludable y emocionalmente soltamos la carga que acumulamos para llenar ese espacio con sensaciones renovadas.
Te invitamos a que en tu próxima salida a la naturaleza te permitas desconectar de tu móvil y prestes atención a lo que sucede a tu alrededor, probablemente te fijes en la forma de algún árbol o en el conjunto de un bosque y percibas la sinergia que hay entre los seres vegetales, que al mismo tiempo prestan sus estructura y alimento a los pájaros, las hormigas, los gusanos y otros animales.
La vida en el bosque tiene muchas y variadas formas, desde el musgo y los líquenes pasando por las plantas aromáticas y/o medicinales hasta los frutos y las bayas y un largo etc.
Observar una flor, su perfecta armonía, una mariposa o una mariquita es lo que hacíamos de niños, regresar a esa atención disfrutando de ese momento irrepetible nos generará un momento de calma y desconexión.
Agradezcamos a la naturaleza toda la vida que genera y cuidémosla porque es nuestro hogar y el de las generaciones venideras.
Ángela Aguilar