Pensé no estar decepcionada, pero lo estoy. Porque no estoy enfadada, no estoy enojada, no lo estoy, pero sí decepcionada.
Cuando una persona está enfadada, grita, llora, se pelea, se enfrenta y ese no es mi caso. Porque estoy en paz y en calma y sé que pasa, todo pasa.
Cuando se está decepcionada, se grita por dentro, se llora por dentro. Se muestra una calma aparente que no es la que realmente quieres. Quizás por expectativas altas sí. Pero tarda en pasar, aún más. Te desgasta mucho y te cambia, sí, te llega a cambiar. Porque aprendes, aprendes de ese dolor que no dejas que te llegue a ahogar.
Ante esa decepción es mejor soltar, entender, fluir, y aceptar que las cosas no van a cambiar, no van a ser diferentes y que ha llegado el momento de partir o quizás de girar 180 grados lo que hacías porque sólo te hacías daño a ti nada más.
Patri G.
DI NO AL PLAGIO
Patricia Girol