Una de las cosas más difíciles en la vida es decir «no» a las invitaciones, las solicitudes, las obligaciones… a las cosas que todos los demás están haciendo. Es aún más difícil decir «no» a las emociones que consumen mucho tiempo: la ira, la agitación, la distracción y la lujuria. Ninguno de estos impulsos parece pernicioso por sí mismo, pero fuera de control se convertirá en una condena.
Si no tienes cuidado, esas son precisamente la clase de imposiciones que oprimirán y consumirán tu vida. ¿Alguna vez te has preguntado cómo puedes recuperar parte de tu tiempo, cómo puedes sentirte menos ocupado? Comienza por aprender el poder de decir «¡no!». Por ejemplo: «No, gracias», «No, no me involucraré en esto», «No, ahora no puedo». Es probable que hieras los sentimientos de alguien o que ciertas personas se molesten. Implicará mucho esfuerzo. Pero, cuanto antes renuncies a las cosas que no son importantes, más podrás dedicarte a las que importan. Esto te permitirá vivir y disfrutar tu vida: la vida que quieres.
Que cierto es, cuanto nos cuesta decir que no, aun sabiendo que eso nos va a perjudicar y nos va a dejar un sentimiento de culpabilidad por no haber tenido la valentía de decir no , aun cuando eso implique una situación desagradable o un enfrentamiento .
Nos falta esa valentía, ser honestos con nosotros mismo asumiendo las consecuencias, yo es algo que tengo que trabajar y mucho, gracias por esta reflexión de la que como siempre salgo fortalecida.
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Gracias
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